miércoles, 4 de marzo de 2015

perfumes






HISTORIA DEL PERFUME

El nombre de perfume proviene del latín “per”, por y “fumare”, producir humo, haciendo referencia a la sustancia aromática que desprendía un humo fragante al ser quemado. En la actualidad, la palabra se refiere al líquido aromático que se usa para desprender olores agradables. El interés por los aromas ha existido desde hace muchos años. Ya nuestros antepasados más lejanos ofrecían a sus dioses fragancias obtenidas a base de humo de incienso, mirra y otras resinas o maderas. Creían que de esta forma podían comunicarse con sus dioses a través del humo de los aromas. Las civilizaciones antiguas, egipcios, romanos, judíos, el pueblo asirio y chinos, se deleitaban con los perfumes de muchas formas diferentes, cada cultura los utilizaba con fines propios. La egipcia fue la primera cultura en usar fragancias.







EL OLFATO

El sentido del olfato, al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico.


Se denominan sentidos químicos porque detectan compuestos químicos en el ambiente, con la diferencia que el sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto.



















¿COMO FUNCIONA?

El proceso del olfato sigue más o menos lo siguiente:

Las moléculas del olor en forma de vapor (compuestos químicos) que están flotando en el aire llegan a las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades (que se sitúan en la parte superior de cada fosa nasal).
Bajo las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras especializadas (también llamadas neuronas receptoras del olfato) detectan los olores.
Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes, 
hasta 10.000 en los humanos.